En moto por Nueva Zelanda. 3.500 k. por las dos islas visitando volcanes, fiordos, glaciares, bosques, lagos, playas… posiblemente el país más espectacular del mundo
Nota: Existe un diario de este viaje en
https://www.elmundoenmoto.net/2011/11/01/en-nueva-zelanda/
Cuando uno prepara un viaje a Nueva Z., a poco que se haya informado antes, sabe que es un destino que no va a defraudar, y así es. No sólo por los paisajes que son maravillosos, o por la de actividades que uno puede hacer allí, si no también por la sociedad neozelandesa y su forma de vivir y entender la vida. Lástima que sean nuestras antípodas y haya que pensarlo dos veces antes de meterse en un vuelo tan largo…
Y para empezar algo así como “Lo que debes y no debes hacer si viajas a Nueva Zelanda”
Si deberías…
-Hablar de los australianos como si fueran lo peor del mundo. Que si son rudos, borrachos, incultos, que si sus mujeres son unos “machirulos”…te habrás ganado la confianza de los neozelandeses en un momento
-Felicitarles porque su equipo nacional, los All Blacks, han ganado el Mundial de Rugby 2011. Ha sido algo parecido a lo de España con el de fútbol, sólo que ellos ya habían sido campeones hace 24 años
-Olvidar la vieja sociedad europea y occidental. Estás en un país nuevo, con una mentalidad nueva. No hacen falta prohibiciones, la gente usa el sentido común, tal y como deberíamos hacer siempre, y verás que bien va todo.
-Hacer pocos kilómetros al día. Las carreteras de N.Z son para disfrutarlas tranquilamente y haciendo muchas paradas. Con 200 ó 300 k. diarios son más que suficientes.
-Visitar al menos alguno de los siguientes museos, el de Rotorua, Wellington o Christchurch. Si no eres hombre (o mujer) de museos cambiarás de opinión, y si te gustan, estos no te van a defraudar.
-Montar en un jet-boat y/o alquilar un kayak y meterte en el mar, lo vas a disfrutar. (Ojo, se supone que tienes algo de experiencia en el tema…)
– Recorrer “a pata” algún Parque Nacional
-Tener un sitio para dormir antes de las 20 ó 21 h. o puede ser que te toque dormir al raso…
-Meterte en una piscina termal al aire libre.
-Ir a una cena-espectáculo Maorí. Es una turistada, pero no hay más remedio
No deberías…
-Ir a una cena-espectáculo Maorí. Definitivamente, es una turistada
-Conducir a velocidades de más de 110 km/h. A parte de que tampoco hay muchos tramos para ello, quedarías como un “chalao”
-Coger el ferry de las 20h entre Wellington (isla N.) y Picton (isla S.). Al punto nº 8 de lo que Si deberías hacer me remito…
-Intentar ir por la noche a tomar una cerveza a un sitio animado, te vas a llevar una decepción. Excepto si estás en alguna ciudad grande (Auckland o Wellington)
-Aparcar la moto en una acera, aunque en ella haya espacio para tu moto y para que los equipos del mundial de Rugby hagan el desfile de presentación. No ves policía, pero si la multa en tu manillar…
-Decirle a quien te hable que lo haga un poco más despacio para entenderle mejor. Te responderá con una sonrisa y un “sorry”, pero seguirá hablando a su ritmo.
-Decir muchas tonterías en español si hay gente alrededor. Te vas a encontrar a muchos españoles viajando por allí y te vas a llevar más de una sorpresa
-Intentar acceder al centro de Christchurch. El terremoto lo destruyó, la policía y el ejército no te dejará y la gente no quiere que los extranjeros vean como quedó ni hablar de lo sucedido.
-Quejarte del clima. Si todo está tan verde no es por la magia de “El señor de los anillos”, es porque llueve y mucho.
-Andar en la reserva. Hay gasolineras suficientes, pero te puedes encontrar tramos de más de 100 km sin ellas
-Perder el tiempo intentando ver un kiwi en libertad. Lo más cerca será el de algún indicador.
Cómo, cuando, dónde volar?
Está claro que para ir allí hay que hacerlo en avión ¿no? Pero aquí ya surge el primer problema. Al ser el punto más lejano desde España las rutas para volar a N. Z son muchas, por el este, el oeste, más al norte…Nuestro vuelo de ida fue tuvo una escala de 9 horas en Dubai y luego ya directo a N.Z con una parada técnica en Melbourne, y el vuelta hizo paradas técnicas en Sydney, Bangkok y Dubai. El vuelo son unas 36 horas y el precio a partir de unos 1.300 euros. Por cierto que en el vuelo de ida como la parada en Dubai era de noche y superior a no sé que horas, la compañía (Emirates) nos pagó un hotel, y traslados, para dormir esas horas.
Al ser hemisferio sur las estaciones están cambiadas con respecto a las nuestras, por lo que la mejor época para viajar por N.Z es Diciembre y Enero, pero estos meses tienen el inconveniente que es cuando los neozelandeses están de vacaciones y es fácil encontrar los alojamientos al completo, y además es temporada alta y los precios son más caros. Así que si quieres evitar una cosa y otra lo mejor es viajar en Noviembre o Febrero. En el primero los días tienen más horas de luz pero todavía hace frío y llueve, Bueno, llover llueve casi siempre, de lo contrario no estaría todo tan verde…
Como el país lo forman dos islas, la norte y la sur, lo normal es empezar el viaje en Auckland (principal ciudad de la isla norte) y terminarlo en Christchurh (lo mismo pero en la isla sur), o al contrario. Así que buscamos una empresa de alquiler que tuviera delegación en ambas ciudades y a ser posible que no cobrara suplemento por el viaje de una sola dirección. Y la única que lo ofrecía era http://www.bikeroundoz.com/ .
Las motos
Casi siempre alquilamos 650GS, por varias razones. La principal es que es la Conchi utiliza aquí y así no se tiene que acostumbrar a otra moto diferente (postura, peso, potencia…). También que esa moto va de maravilla, no da problemas, se maneja muy bien, si se cae no hace falta nadie para levantarla, tiene muy buena capacidad de carga, llega donde llegue una 1200 (hablando de viajar uno solo en ella) y además es más barata de alquilar.
Nuestras motos ya tenían sus años (2003 y 2004, creo) y kilómetros (ochenta y tantos y noventa y tantos mil), pero estaban más o menos bien conservadas. Dieron algún pequeño problema, la amarilla había mañanas que daba un poco de guerra para arrancar. Pero peor fue lo de las maletas, esas si que acusaban el paso de los años y tenían muchas holguras en los soportes, tanto que la moto de Conchi (la azul) perdió una maleta mientras circulaba. Se soltó y fue dando tumbos por la carretera hasta acabar en la cuneta, por suerte no se rompió, ni la destrozó ningún coche. Cuando quise darme la vuelta para ver porque Conchi no me seguía, ella ya había recogido la maleta y vuelto a poner en el soporte. Desde entonces, aunque fuéramos un poco como Paco Martínez Soria, las atábamos también con unos pulpos.
Otro problema fue la rotura de una de las llaves. Tuve que desmontar la cerradura y el bombín para sacar el trozo roto y luego buscar un sitio donde tuvieran llaves en bruto de ese modelo para hacer otra copia.
El país y la sociedad
Nueva Zelanda sorprende, y mucho. Quizás, o seguro, es el país más “completo del mundo”, el último día de nuestro viaje escribí en nuestro diario en
https://www.elmundoenmoto.net/2011/11/01/en-nueva-zelanda/
… si ponemos en un plato unos gramos de fiordos noruegos, otros de bosques canadienses, paisajes de Costa Rica, volcanes de Islandia, los lagos de Finlandia, una ración de Parques Nacionales de USA, cuarto y mitad de glaciares de Argentina y Chile, y todo ello lo espolvoreamos del verde de Suiza e Irlanda, tenemos un riquísimo plato llamado Nueva Zelanda, quizás el mejor manjar en esto de los viajes, eso si, se sirve frío, es la única pega.
Y es verdad, lo único que le falta a N.Z es algún desierto, por lo demás reúne todas las maravillas de la naturaleza que existen. Y si oyes que te dicen que la isla sur es más espectacular que la norte, es cierto, y aunque sólo fuera por la norte, el viaje hasta allí ya merece la pena. El único problema, o el que a nosotros más nos condicionó, fue el clima en la isla sur. Bastante frío y además en la costa oeste, donde está la cordillera de los Alpes del Sur, las fuertes lluvias nos hicieron cambiar de itinerario y hacernos viajar hacía la costa este. Cosa que no fue un gran contratiempo ya que la carretera que baja bordeando la costa del Pacífico es de esas que no se olvidan fácilmente. Y por encima de ella, la Alpine-Pacific Road, que cuenta con un tramo de unos 150 km, entre Kaikoura y Hanmer Springs, que es de esos para enmarcar entre los 10 mejores del mundo parta hacer en moto…
Y hablando de carreteras, todas, TODAS (repito) están impecables, con un asfalto casi siempre magnífico, un buen trazado (cuando las hicieron las construyeron pensando ya en vehículos de motor, no en carretas tiradas por animales…). No suelen tener mucho tráfico, ya que en todo el país no hay más de cuatro millones de habitantes.
Solamente un “pero”, en algunos tramos sucede como en Australia, te encuentras con esto
Unos gruesos cables de acero a modo de guardarailes que te hacen poner en alerta, mejor no pensar en las consecuencias de tener una caída e ir a dar contra ellos…
Y si el país sorprende, su sociedad tanto o más. Contrariamente a lo que se pudiera pensar, los neozelandeses no tienen nada que ver con sus vecinos australianos. Estos, en su mayoría, descienden de presidiarios, por contra los neozelandeses lo son de hombres emprendedores, de negocios, aventureros…que en el siglo XIX buscaron una nueva vida en estas islas. Y esa diferencia se nota, y mucho, en el trato diario.
No voy a meterme en aspecto sociológicos ni menos políticos, pero unos pocos de días viajando por allí y te das cuenta de que la sociedad europea está vieja, enferma, pasada, sin valores, sin respeto a nada…En N.Z prácticamente no se ven prohibiciones, no hay radar, ni policía en las carreteras, ni alcoholímetros…la gente se comporta con sentido común, tienen un gran respeto por ti, por tus cosas, por lo que es de todos…Hasta que claro, llegan unos españoles en moto y tienen que dar la nota. Pero a pesar de esto, me extrañó que nos multaran en Wellington, por aparcar en una acera que tenía unos cuantos metros de ancha y que además las motos estaban en un lugar donde no estorbaban lo más mínimo…
Es penoso que para cualquier español que viaje allí una de las cosas que más llame la atención sea que las casas, casi todas unifamiliares y con terreno, no tienen rejas en las ventanas, ni tapias altas, ni sistemas de alarmas ni nada parecido.
Y otra cosa que llama la atención es que no ves, aparentemente, diferencias sociales entre la gente, parece no haber ricos ni pobres (imagino que los habrá). No ves coches de alta gama, ni en un estado penoso, suelen ser coches de gama media-baja, bien conservados aunque tengan años encima. Los 4×4 no son aparatosos mastodontes de 50.000 euros, y ves muchos coches restaurados que son usados a diario
Y como en otros muchos países, si quieres tener tu matrícula personalizada no hay problema, pagas unos 400 euros y ya la tienes en exclusiva por 9 ó 10 años.
Y otra cosa que no deja de sorprender es la relación entre maoríes (habitantes primitivos de estas islas) y los ingleses llegados de fuera. Aquí no hubo matanzas, ni saqueos, ni usurpación de tierras (al menos aparentemente), ni desaparición de cultura y tradiciones. Hubo una colaboración mutua entre unos y otros y parece que ha dado buen resultado.
Y un último ejemplo de la diferencia entre aquella sociedad y la nuestra. Resultó que N.Z también celebraba elecciones el mismo día que en España, el 20-N. Pues durante nuestra estancia, el tiempo que dedicaban en los informativos de la Tv acerca de las campañas electorales de los partidos no solía durar más de 3-4 minutos (en conjunto) Y por las calles prácticamente no veías carteles de propaganda electoral. Parecidos a nosotros…
El viaje
Auckland era nuestro punto de partida, allí nos esperaban las dos 650 GS. La ciudad recuerda mucho a su vecina Sydney, ambas orientadas al mar y con un sky line característico.
Para conocer algo más al norte tomamos rumbo en dirección a la ciudad de Paihia. Lo primero que llamó nuestra atención, y así fue durante el resto del viaje, fue el paisaje. Todo verde, con distintas tonalidades, cientos, miles de grandes y lanudas ovejas por todas partes, estupendas carreteras por las que viajas con una tranquilidad como en ningún país. A los pocos kilómetros ya te das cuenta que allí la gente conduce como deberíamos hacer todos, con sentido común, y puedes dedicarte a eso, a disfrutar del viaje y dejar de conducir “a la defensiva” como hacemos (al menos yo) siempre.
En Paihia poco pudimos hacer, ya que al día siguiente de nuestra llegada no paró de llover y ya desde aquí empezamos nuestro viaje hacia el sur. Primero hacia la península de Coromandel, en la parte este. Paramos en Whangamata, pequeño pueblo con una espectacular costa donde se juntan un buen número de surfistas.
Y de aquí a Rotorua, cuna de la cultura maorí. Es esta una zona volcánica y geotermal, por todas partes hay géiseres, piscinas de agua caliente…y un olor a azufre en el ambiente que una vez que te acostumbras ya no te importa. Todo el tema de geotermal ya lo conocían los maoríes y se aprovechaban de ello para cocinar, bañarse, calentarse…
Como todas las ciudades Rotorua tiene una estupenda oficina de turismo y una gran cantidad de alojamientos. Los moteles de N.Z varían su precio en función de su situación, a más céntricos más caros, aunque en todas las ciudades o coges la moto para ir a cualquier sitio o te vas a meter unas caminatas kilométricas considerables. Las habitaciones están equipados con todo, microondas, vitrocerámica, vajilla, frigorífico y un montón de pequeños electrodomésticos (plancha, cafetera…). Las habitaciones y las camas son enormes, y muchos tienes jacuzzi en la habitación…y todo esto por un precio que va de los 45 a los 90 euros ¿qué tal?. Comparado con las estrecheces y precios de muchos hoteles europeos dan ganas de llorar…
Por supuesto la moto la aparcas a la puerta de la habitación
Seguimos con Rotorua, cerca de ella está uno de los lugares 10 de N.Z, Waimangu. Un gran parque nacional enclavado en la zona geotermal más reciente del palneta. En 1886 el volcán Tarawera tuvo una enorme erupción destruyendo algo que estaba considerado la octava maravilla del mundo, las White and Pink Terraces.
Si vienes a Rotorua (o nueva Zelanda) y no te “pateas” Waimangu estas haciendo el tonto, y no te digo más.
Siguiente parada Taupo, a sólo 90 km y aquí vamos a ver, además del gran lago del mismo nombre, las Huka falls, y lo mejor subirte a un jet-boat (como una moto RR pero que va por el agua…). Al principio piensas que no ha sido buena idea, luego que vas a acabar en el agua, y después de los 2 primeros minutos, y acordarte de la familia del piloto, decides confiar plenamente en él y que sea lo que Dios quiera.
Te has preguntado alguna vez dónde está el punto del planeta donde oficialmente sale por primera vez el sol cada día ¿no? Yo tampoco, hasta que llegamos a Napier, ciudad art-decó del sureste y nos encontramos con el arco que marca el comienzo de cada día en la tierra
Para pasar a la isla sur hay que coger un ferry en Wellington que después de 3 horas de travesía te deja en Picton, ya en la otra isla. Y además dicen que es uno de los ferrys que su trayecto es de los más bonitos del mundo, ya que la entrada a Picton es un largoi fiordo, el Charlotte Sound, Llegamos con intenciones de tomar el de las 14 y 30, pero nos dijeron que ya estaba completo, ¿y no hay sitio para dos motos?. No, ya está lleno. En N.Z si te dicen no, es no, y punto. Asi que decidimos coger el siguiente, las 20h, y al llegar (23 h.) a la otra isla coger motel. Error. A partir de las 21h los moteles dejan de tener recepción, y te puedes ver perfectamente en la calle. Así que después de desembarcar y casi una hora por todo Picton de motel en motel, nos preparamos para la noche en alguna parada de autobús o así. Eran las 12 de la noche, pero esa hora en N.Z es ya plena madrugada. Menos mal que habíamos metido los sacos por si había alguna emergencia….Pero una vez más la suerte hizo que diéramos con un motel en el que su dueña tenía insomnio o algo así y estaba viendo la tele. Nos dio una habitación, a su precio normal, aunque en ese momento, si nos lo hubiera pedido, hubiéramos pagado el doble.
Y desde Picton y por una carretera que durante 30 km te lleva bordeando el fiordo, y que tardas más de una hora en recorrer, sales en busca del Abel Tasman N.P.
Y venimos hasta aquí para hacer una travesía en kayak, ya que es un lugar ideal para ello, aunque dependiendo del estado del mar de Tasmania será más divertido o menos. Aquí encontramos algunas bahías con aguas tan transparentes como ésta
Al final de las casi tres horas de recorrido dejas el kayak en la playa de la última bahía y un barco va a recogerte
La siguiente etapa debía llevarnos a los Alpes del sur y la zona de los glaciares, al Franz Josef y al Fox Glacier. Hubo que desistir, las previsiones del tiempo para los próximos días eran de lluvias, lluvias y lluvias y frío y frío. A buscar otro sitio, Kaikoura, en la costa este, por ejemplo. Y el viaje mereció la pena, aunque sólo hubiera sido por recorrer la carretera del Pacífico.
Además pensábamos ir a ver ballenas, pero el mar estaba mal, mal… y no es que nos lo pareciera sólo a nosotros, que somos de “secano”. Hasta una hora antes no se confirmó si al catamarán podía salir en busca de las ballenas. Y al final para nada,. Vuelta a Kaikoura, cosa que en algún momento dudé, después de 3 horas navegando en medio de un mar con unas olas de las que meten miedo (al menos a mi), y recoger, el dinero (el 80% ) que habíamos pagado. Si no ves ballenas, no pagas.
No sólo en la isla norte existe gran actividad volcánica, en la sur hay una zona en la cordillera central famosa también por sus aguas termales, Hanmer Springs. Y pasa lo mismo que con Kaikoura, cunado llegas allí lo haces con una sonrisa de oreja a oreja, la Alpine Pacific Road tiene la culpa…
Y para relajarte, los baños a 36º…
Como a causa de la lluvia no pudimos ir a ver delfines en Paihia, ni ballenas en Kaikoura, decidimos antes de terminar nuestro viaje ir hasta un lugar llamado Akaroa donde nos habían dicho que también se salía a navegar en busca de delfines. Akaroa se encuentra unos 80 k al sur de Christchurch, la carretera y el paisaje hasta allí parecían normales, nada espectaculares comparado con lo que llevábamos recorridos. La sorpresa fue que unos 30 k antes todo cambió. La carretera empezó a ascender y a ser más y más revirada, hasta llegar a la cima de un puerto y desde allí contemplar la vista de un fiordo y al fondo la ciudad.
Akaroa es un centro turístico y se nota en la cantidad de alojamientos que tiene y el ambiente. Y como también teníamos la posibilidad de recorrer el fiordo en kayak no dejamos pasar la oportunidad. A primera hora de la mañana nuestra amiga Mafi nos recogió en el motel y en su 4×4 fuimos hasta su finca donde nos esperaban los kayaks. El recorrido de unas 3 horas estuvo muy bien, y más llevando a Mafi como experta guía. Nos pudimos acercar hasta las focas, pero esa mañana los delfines estaban difíciles de encontrar, el día no era muy apropiado para que nadaran por el fiordo.
Así que tras dejar los kayaks nos embarcamos en un barco que nos llevó hasta alta mar y aquí si que había delfines, muchos.
El viaje está a punto de terminar, debemos dejar Akaroa y tomar rumbo a Christchurch. Como tras devolver las motos tenemos un día libre antes de que salga nuestro vuelo, la última noche en Akaroa buscamos por Internet un motel en el centro de la ciudad. Imposible. O están cerrados o completos ¿y esto?.
Seguro que muchos no lo sabéis o no os acordáis, pero el 22 de febrero de 2011, a las 12h y 15´ la tierra tembló, y de que manera. Se produjo un terremoto de 6,1 grados de intensidad y el centro de la ciudad de Christchurch quedó destruido. Hubo unos 150 muertos y los daños no fueron mucho mayores debido a que por aquí están preparados. Por ello los hoteles del centro quedaron destruidos y los de los alrededores están llenos con los empleados de las empresas que están reconstruyendo la ciudad, así como por familias que perdieron su casa. Por suerte estos neozelandeses son como son y los dueños de nuestro motel de Akaroa se molestaron y no pararon hasta que nos consiguieron una habitación en un motel bien situado en la misma ciudad de Christchurch.
Recorrimos el centro, o mejor dicho, la zona que nos está cerrada al público, vimos los efectos del terremoto y como se las han ingeniado para que la ciudad y su comercio funcionen aunque sea de forma provisional y para ello han montado y decorado decenas de contenedores a modo de locales.
Y para finalizar visitamos el museo, sabiendo de antemano que seguro que no nos defraudaría. En este país la palabra museo es sinónimo de entretenimiento, interactividad, aprender y ver muchas cosas nuevas.
Y allí me encontré con una zona dedicada a mi ídolo de la adolescencia, Sir Edmund Hillary. Hillary nació en N-Z en 1919 y murió en Auckland en 2008. En mayo de 1953 se convirtió en el primer hombre, junto con su sherpa Tenzing, que lograron coronar el Everest. En 1973 cayó en mis manos un libro titulado “La primera ascensión al Everest”, en el que se narraba la hazaña de Hillary y su sherpa. Al terminar de leerlo despertó en mi una ganas locas de aventuras, aunque sabía que yo nunca subiría ni esa ni otras cimas. Pero en el otoño de ese mismo año hice mi primer viaje por el extranjero, por Marruecos. Yo entonces tenía 13 años, así que evidentemente no fui solo, fui con mis padres. Y recorrer aquel Marruecos si que despertó en mi las ganas de viajar, aunque ni en sueños pensaba que lo haría de la forma que lo he hecho, ni llegaría a los sitios que he llegado.
Hillary también participó en la primera Expedición Trans-Antarctica de la Commonwealth, que entre finales de 1957 y principios del 1958 logró la primera travesía completa de la Antártida. Estos fueron los vehículos que emplearon. Por cierto, la oruga grande consumía 70 l. de gasolina cada 100 k.
Y esto se acaba. En el aeropuerto de Christchurch estaba toda esta gente para despedirnos…
Así que decimos el adiós a este maravilloso país, quizás el que cuente con los más espectaculares paisajes y con una de las mejores sociedades del mundo, o al menos esa ha sido la experiencia que nos hemos traído.
excelente articulo, muchas gracias!!!
Hola Enzo
Gracias por tu comentario, me alegro te gustará
Saludos